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Yo Soy tú, como Tú Eres yo

 

 

 

Acompañante del Alma.

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Diana, tras su intenso recorrido por el camino del crecimiento interior, y la honda investigación de los procesos más íntimos del Ser humano.

Ofrece su experiencia como un apoyo en el proceso consciencial y de  sanación de quien sienta la llamada de acudir a ella.

Formada por la Escuela Española  de Psicología Transpersonal y en la Escuela del Perdón, de Madrid

Trabaja con diferentes ramas de las Terapias Naturales como Aromaterapia Energética, Kinesiología, Fitoterapia y Alimentación saludable, Terapia Spa, Terapia Regresiva, Biomagnetismo,  Terapia de Sonido, Meditación y Relajación,  Reflexología Podal, Quiromasaje, Masaje Ayurvédico, Kundalini Yoga, etc…

 

Te acompaño en la Libertad y en el Respeto

Queriendo que tu seas tu propio modelo

Tu el ArteSano que forja de acero tu Espíritu.

No cortaré tu canto ni borrare tu huella…

Simplemente cuando estés cansado te ofreceré mi mano, te indicaré tu Estrella y sabrás que camino a tu lado.

 

Diana Santos Cid

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VINI, VIDI, VINCI

 

 

 

Vini….

 

Llegó a este mundo para dejar su huella.
Descendió para confortarnos con su amor
mientras en el Cielo se lloraba su ausencia.
Su cuerpo blanco de nácar
sus cabellos oscuros plenos de Luz,
su mente intacta de orbe de ángel,
en su semblante una inmaculada sonrisa,
en su corazón latía el fuego primordial.
Así se mostró al mundo, tierna y seductora
cual bella reina romana.
Y sonrió al nacer.
La conozco muy bien. 

 

Vidi……

  

Vió como la fuerza de su origen se fue debilitando
entre el pesar amargo de la Humanidad
y en los tediosos días del alma del mundo.
Vió que los hombres no comprendían porque sonreía
cuando había tantos motivos para llorar, decían ellos.
Luchó porque nadie le arrancara su bien más preciado.
Y lloró al vivir.
La conozco muy bien.

 

Vinci…..

  

Venció cual guerrera de luz dorada,
cual Enamorada emperatriz romana.
Y en sus largos días de luminosas batallas
creció su alma bajo el constante influjo del Espíritu
y en el Espíritu encontró un compañero
capaz de defender a aquel ángel de cuerpo de nácar.
Y renació al amor eterno.
Y arrancó las viejas y gastadas raíces que no le pertenecían
para sembrar un Universo de pétalos de loto.
inundando de Amor cuanto le rodeaba
Y sonrió al ver que había vencido.
La conozco muy bien.
Su amor de ángel fue
y es su mayor aliado

 

 

-Poema de: Rosa del Alba

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Dedicado por : Emilio Carrillo –

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